CUANTOS somos los que decimos que amamos a nuestro Imbert, a nuestra Altamira... ¡Anjá! para qué es que lo decimos. Para engordarlos y después comernoslos, para cuando tengan frutos quitarselos y dejarlos pelados como Martín Garata, que amó los mangos bajitos. ¿Desde cuándo amamos a esos pueblos? y que son los pueblos? Serán las piedras, los árboles, los caminos, los Charcos y las montañas... no, los pueblos son los hombres y las mujeres... los bosques, el ecosistema, de quienes se hacen dueños, esos asaltantes, malandrines, pertenecen a los que se hicieron dueños de parte de Bahía de las Aguilas..., generalmentes huidores de sus comunidades de origenes, se las llevan en pedazos,como son los casos de Los Baños, los arroyos, Las cañadas... Peñas de vistas Panorámicas- propias de los Ayuntamientos y aquel fulano de tal, muchas veces allegado, creyéndose individuo superior, con madera y de suela de un quilataje extraordinario, se apodera de esas, de esos sin darle explicaciones a nadie. Y...Eso cómo se llama? pues si alguien teme decirlo le digo yo Se llama Robo, expropiación, Cuidado con los Usufructuantes de las Damajaguas !
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