lunes, 20 de septiembre de 2010

VENTILADORES INTERIORISTAS PARA PORTAL DEL BAJABONICO.


FLOR DE INCESTO,
NOVELA DEL PROF. VICTOR ARIAS
CAPITULO TRES.
Sergio Fabián, entró a la Biblioteca y sin muchas preocupación haló un texto de Química general, que ya debía entregar, se puso a buscar varios ejemplos de Mezclas homogéneas y heterogéneas,…mientras hacía apuntes de las homogéneas: Jalea de Limón, recibió una ligera palmada en la espalda y al darse cuenta que era Laurina, le sonrió y se fue con ella para la sombra del Mango José, nombre que le colocaron por alguien que cría, que ascendía de los árboles y no del mono. Y como en casa de su padre el señor Juan, se hablaba ese mismo lenguaje se hizo amigo del frondoso y celoso vegetal. Pero no sabía para qué dejaba su quehacer por salir con Laurita que solo habla de la Gema que soñaba hallar debajo de cualquier basurero.
-Oye Sergio… me dijo, déjame ayudarte con la tarea escolar.
-Crees que porque soy recogedora de basuras no puedo decirte que la arena con agua es una mezcla heterogénea, que el agua con aceite, y el aceite de azucena con el de coco seco, lo es también, que el chicharrón molido con puré de papa, es una homogénea ¿Esh, esh, esh? ¡Tu ves, ahí si me cagué! -Yo la miraba sin interrumpirla en ningún instante.
-Dime dónde estuviste en la tarde, luego de las llegadas de las hijas de Juan de la Madrugada, no volví a verte.
-Estuve en la fiesta de recibimiento que ofreció a la llegada de sus dos hijas…
-Si verdad, que me dijeron, eras uno de sus especiales invitados. Supe que dijo que vivía en Massachusse,
-Según parece el Imperio la deja vivir, sin reproches, sin censuras. La calamidad de la España boba, de la española, en el siglo 19, ahora ha resurgido en las barbas de los conejos rubios. Y tienen niguas en el dedo gordo del pie derecho y sífilis en el oído de la mejilla izquierda.
-Por carambolas habrán obtenidos esas clásicas enfermedades que ellos, los rubios enquistaron, en las rodillas de los soldados invasores. Parecen que las palabras del hacendado Juan de la Madrugada, su padre energizaba sus rostros, de pálidos estaban verdes oscuros. Que luego se tornaban, vistos de lejos, doraditos como un chicharrón de queso cimarrón.
-¡Jue, je, jeh! Especial manera de reírse de un hermano de doña Hilaria Oliver, cuñado de Juan de la Madrugada. Quien dijo que la muerte de su hermana lo había angustiado.
-Señaló eso también, le ocurrió a mi cuñado, que al no ver ni las cenizas de la difunta, sintió la esperanza de hallarla y aquí está el encuentro con las hijas de ambos.
-Las neblinas de su partida me la quité creyendo que estaban vivas -dijo Juan de la Madrugada. Del todo no fue así, recibimos mangú de plátano con guineos como una categoría de las circunstancias.
-La primera mujer que tuvo Juan de la Madrugada, murió por atraganto de un hueso de bacalao.
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La casa de la calle Evaristo Cruz, eran todas de tablas de maderas aserradas, pintadas de azul y blanco con listones rojos carmesí con ventanas con figuritas extrañas como acémilas y mulas voladoras, pintadas de amarillo pálido, con listones verdes en cruces símbolos Yoruba y Yemayá.
-¡Ton, ton!
– ¿Quién es?
-Soy Sergio Fabián, te vine a buscar, voy hacia la biblioteca.
– ¡Uuuf, eres tu! Déjame arreglar la cama, ya salgo. Me estuviste hablando de resina de mango y agua de coco y aseguraba que eran Mezclas heterogénea…lo recuerda… si lo que te dije fue y me voy a citar:”el agua con aceite, y el aceite de azucena con el de coco seco, lo es también, que el chicharrón molido con puré de papa, es una homogénea ¿Esh, esh, esh? ¡Tu ves, ahí si me cagué! Hasta esas cosas dije.
-Juh, me costó mucho reconocer que me sorprendió nueva vez… pero lo que dijo ahora fue lo que me habia dicho. Pensé en silencio como el que mastica el aire. Pero de esa culebra ya no me sorprende nada. Laurita no tiene apellido para mí es un lujo social, labora en la casa de Juan de la Madrugada, pero solo hasta los viernes, los sábados y los domingos como los días festivos los coge para atenderse así misma y darle las manos a quien se la solicite. Es una muchacha muy alegre que no anda enseñando las rodillas, ni los sostenes. Tiene ojos grandes marrones, labios gruesos como una tajada de guayaba injerta, los senos suyos son pequeñas jaguas alargadas, sin pezones ju, ju, juh, tiene dentaduras tan parejas que parecen postizas. Ama la verdad, aunque es dueña de la imaginación más alocada y febril de Villa Real y de sus toronjas aledañas. Piensa que encontrarás una gema debajo de los basureros que abundan en los entornos y contornos de Villa Real.
Hace poco me estuvo hablando que debíamos fundar una escuela secundaria ajustada a los intereses de los habitantes de la provincia, y como consecuencia lógica de toda la nación. Comenzó a refunfuñar, cosa rara en ella, diciendo conjuros y hasta maldiciones, a favor de los que fundaron los centrales azucareros y finalmente a los que los privatizaron.
–De los padres Jerónimos no me hable usted, que yo lo conozco, eran piezas venales.
Me explicó que a partir de 1520 la producción cañífera fue enorme que hubo que enviar a la ciudad en 1521, por santo domingo y por Puerto Plata. Iniciando de esta manera el comercio y auge de la industrialización del azúcar. Para la primera década del siglo XVI se producen cambios enormes en la sociedad como fue la cosecha de negros esclavos. Estos curas Jerónimos gestionaron para la industria azucarera una serie de “medidas favorables para el desarrollo de la misma, tales como: la exoneración del pago de los impuestos por la importación de las maquinarias, reparto de tierras e indios, importación de negros esclavos entre otros”
-Tampoco me hable del presidente Fernández, que del profesor Bosch, es muy poco lo que hace. Usted sabe Sergio, privatizar los ingenios, es quitarle la comida al pueblo pobre. Es quitarle de la boca el biberón, a la niñez depauperada, ¿no lo piensa así usted?
Pasamos toda la tarde, muy calurosa de septiembre, hablando de proyectos y hasta de la gema que buscaba… y en la noche entramos a la sala donde nos pusimos a cenar. Me habló que su padre era de Guananico, específicamente de Rancho Viejito, entre Villa Guananico y Fundación. No recuerda a ningunos de los que fueron sus parientes.
-¡Eso creo!, me dijo
Demasiado, no es bastante, tampoco…, pienso que, sea suficiente, eran las ideas que iluminaban sus pasos cotidianos.
Se quedó mirándome y se recostó en cima del espaldar de la silla donde me hallaba sentado, mirándoles los ojos grandes y los gruesos labios. Después que vimos algunas páginas de pornográficas le dije que me aclara quien era: Silito.
Lo escuche decir -no tengo de que avergonzarse, soy un individuo que no como en casa de nadie y cuando me da sed me voy al río donde se baño y baño mis animales que son hembras las mayoría, las que vendo, y como los machos.
Silito es mi hermano, no es mi padre, pero permanecimos siendo novios durante toda la primera etapa de la juventud de una y de otro. Me aclaró
-Nos educaron para el mal, diciéndonos cosas que nos alejaban de la verdad, y esa actitud, en vez de lograr los propósitos de los viejos, no acercaba más. Hemos vivido en incesto- me dijo.
-El incesto, Fabián, es como la zoofilia que luego de probarla no la desea dejar. Eso dicen los peritos, pienso que sí, porque es una aberración, es un vicio.
-Esa Luisa… se detuvo y me miró como sondeándome, evaluándome, necesitaba conocer mi interioridad para poder decir intimidades de un tercero,…es amante de Amadeo su verdadero padre, en Villa Vuelos de Garza, todo el vivo, nacido y criado allí, sabe que ella es su hija que él le huía, porque es ella una desvergonzada.
Yo le agarré las manos que se derretían como un pedacito de hielo, las introduje en las mías, y las convertí en un emparedado. No estoy seguro todavía pero pienso que Laurita e Isidra son unas mismas cosas, unas mismas mariposas. Nunca se les ve juntas en ninguna actividad seria. Cuando está una falta la otra. Además son las dos personas de mayor parecido en Villa Real. En eso… ella me deja ciego, nubilado.


FLOR DE INCESTO
NOVELA DEL PROF. VICTOR ARIAS
CAPITULO CUATRO

La primera mujer de Juan de la Madrugada Hiraldo, murió atragantada con una espina de bacalao, en toda las arenas de Villa Vásquez la consideraban como una de las mujeres mas honrada de toda la comarca. Luego se supo que era hermana de Juan de la Madrugada. No tuvieron hijos, ni se le vio que estuviera embarazada. Lo cierto fue que lo que para mucho fue o era un tabú, en toda lo amplio y ancho de la línea del noroestana era un manto de cultura y de civilización.
Laurita dijo: la historia esta llena de actos de incesto, el caso de mayor relevancia es el Edipo, el Lote y de Cambises. Lote vivías con sus hijas, los ancianos Incas se casaban con sus hermanas y con sus hijas. Según ellos debían hacerlo por orden de los dioses. Me dijo y con muestras de mucha seriedad, los faraones se casaban con sus hijas, para sostener sus riquezas y sus herencias como una de las manifestaciones humanas más naturales, en término cientista es algo ridículo decir que buscaban proteger el eslabón del feminismo, como fueron los casos de los faraones Amosis primero, amenofis y el de Tutmosis II, que contrajeron matrimonio con sus hermanas y sus hermanastras.
Oí a Amadeo hablando, con Juan de la Madrugada, en la terraza de la Piedra, me dijo Laurita esa tarde, ayer -le decía el placer que mayor me he dado ha sido en los brazos de Luisa, pienso que ella es la mujer más atractiva que he visto en toda mi vida. Juh, pienso que es algo enfermizo hacerlo dijo Juan de la Madrugada, con su propia hija. Oye amigo Amadeo, yo tenía muy pocos años cuando vi mi hermana desnuda y ella también me vio, nos excitamos, hicimos el amor y ella me dijo, Ruano, que era como me decía cuando me estaba invitando, pienso que estoy embarazada. Me asusté y dejé la casa hasta el día de hoy, jamás había hablado de esto con siño nadie. Después supe que tuvo el hijo sano y salvo. Escuché a los que estudian Genética que dicen que en la primera concepción no existe ningún tipo de peligro. Pues yo dormía con Luisa desde siempre, ya tengo 45 años y ella 26, antes de ser invadido por el aire del sueño, ella me acaricia la espalda y las rodillas, no se que es lo que encuentra agarrándome las orejas, era como una rutina cotidiana. Recuerdo que la primera vez, ella puso sus manos en mi ombligo después señaló que iba a orinar y la oí orinando como una niña, duró algo fuera de lo común y creo que me dormí, en dos o tres horas estuve en el baño orinando y me pareció que yo había eyaculado. Luego que me acosté en apariencia ella se hacía pasar como si dormía y en acciones de sonambulismo estuvo comiendo de mi glande. Otra noche ocurrió que ella me empujó hacia el borde de su lado izquierdo, y me usó como se emplea una jeringa o un plátano maduro…, cambiamos de posicion, ella arriba para sentirmela bien, fue maravilloso, todos los dias lo hacimos y después dormiamos como claveles y rosas. Fijese usted el hermano que sigue en orden de nacimiento a Antonio José, lleva 50 años en unión matrimonial con su hermana de padre, los primeros dos hijos, de los nueve que tuvieron han dado muestra de estabilidad emocional, con personalidad ajustada a los mordenes familiares, pero los hijos de ellos son, eso es lo que parece, débiles y algo desajustados espiritualmente hablando. Ven y dicen cosas que son increíbles. Una tarde, la nietecita que tienen como la estrella de la familia, y la creen genio. Exclamó, mientras contaba las 13245 nervaduras de las ramas más cercana a mi mecedora, la siguiente, era una serpiente tan enorme que sus ojos parecían más grandes que dos bombillas. Dijo además que fue llevada a la penitenciaría Nacional de la Victoria, paara que viera la manera como se le cortaba la lengua a los que hablaban mal de los esbirros del presidente. Dijo que no podia contar lo que veía porque era increible, pero las lenguas que cortaban a la gente se la echaban a la culebra que vi en las ramas del manjosé esta tenía la cabeza de perro, quien dirigía las operaciones era un anciano de nombre Genovevo Carmelo Mejía que era coronel. Cuando fui a comentar lo ocurrido, a Laurita, fue ella quien me dijo cosas, que a nadie yo había, ni siquiera pensado decir, que sólo yo lo sabía, era lo que yo creía. Volví a creer, que era cierto que, Isidra y ella, eran una misma gallina. Ahi fue que me asustó, porque me dijo que había estado, en su sepelio por allá del 2040, a pesar de todo me eché a reir...el calor era salvaje y se convirtió en truenos y relámpagos triangulares cortantes entraban a los instestinos como pequeños súcubos trascruzaban las paredes estomacales cuales empalizadas de de hortalizas y potreros de Juan de la madrugada, en loma de Santa Dignidad.

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-¡No me importan esas cosas! Muchos menos esas ofertas descoloridas. ¡No me gustan!
-¡Pero! ¿Cómo? ¿Me las desprecia usted?
-Si, las desprecio don, son piojosas, calcomidas y usureras, con cabeza tronco y extremidades capitalistas.
-Yo prefiero don, seguir comiendo aire con bostezos a echar a cerdos mis batatas. Mis novelas son mis novillosa, son mis vacas y mis fábricas. ¡sabr usted! Esas son mis carretas y mis cañaverales y si estuviera hablando con un tonto le diría, don que son: ¡mis ingenios! Esos libros lo cosecho como el hostelero y como el ingeniero son mis Yucas y mi becerros. Son mis batallas... eso no es lo que quiero con ellos...son la herencia para mis nietos, ju, ju, ju...esos son mis pesetas mi euros y mi oro negro, mis “papas verdes”
-Si le interesa me puede llamar!
-Dejémoslo ahí, que voy para la biblioteca Rafael Fello Fernández, allí entregaré las quinta charlas sobre el empleo del cual, del quien y de los qué... pero ayer dimos una conferencia en la Fundación las nueve garzas blancas, sobre la manera de leer y conocer un autor. Son conferencias breves de temas muy usados en los momentos actuales.
-¡Anja! ¿A cuáles se está refiriendo don?
-A ningunos en particular, sin embargo, te enunciaré dolores de barriga, quejidos en la sabanas, asalto de un panesico de maiz, o Flor de incesto.
-Usted vez, a esa última estaré, pero la puede leer en la Biblioteca digital del Portal del Bajabonico. Esas conferencias y paneles son realizados por lectores de la Biblioteca Rafael Fello Fernández, es digital también, la puede obtener con el nombre Vuelos de Garza.
-No se moleste, pero si lo desea hágalo, que perro que creció sin su madre, sin su madre muere, el que no tiene quien lo estime, tampoco tiene quien le odie, juh, se muere una en cualquier momento y en cualquier circunstancia y cuando se dan cuenta de su muerte es por el bajo. Esas palabras fueron las finales que empleó Isidra, en presencia mía. Luego dijo tenemos varios días viendo el sol saliendo del otro lado y eso no lo niega nadie, para algunas personas Isidra se salia del carril, echaba en una canoa de saco viejo la ortodoxia como tal. Por eso la oímos decir
-De un montecito cualquiera levantó vuelo un gigantezco cocuyo verdoso, como un aguacate volador, como gallina imperial, como un carrao sin patas, separa el mundo de la luz del la oscuridad, esos dos mundos el nocturnal del diurno. Nadie dijo nada. Villa Real, abrió los ojos y cerró la boca, anduvo la calle José Antonio Fernández, olfateó las rosas de perú de la calle Digna Daniela Arias, continuó en linea recta hacia la calle Julio Medina, pasando por la avenida Angela Siverio y se quedó en los ramajones de los mangales de la estancia de Antonio José paralelo a la calle Gregorio Silverio. Bisabuelo de Silito, el soberbio. Fue el único que se atrevió a alborotar al coleótero gritándole, entra que mi casa, es la tuya. Como el duende lo escuchó se dice que en la puerta de la casa de Silito al otro día hallaron tres cerditos muertos. Juan de la Madrugada había escrito en menos de dos horas en Villa Real morirá, alguien muy querido. Volvió a la cama y se acostó acompañado de Laurita, estaba en una petaca hecha con dos yaguas verdes, tenía los ojos cubiertos con una tira negra, a Juan se le pareció más que nunca a Laurita. Hasta el pueblo cree que son unas mismas personas, pero me tengo que preguntar qué busca con esa doble identidad, hasta me doy cuenta que Laurita y Sergio intimidan a fondo. Cuando hacia el amor con Laurita la oí decir palabras aludiendo a su progenitor. Será una Lasciviosa incestista de fonfo más que de forma. Pero es cuestión de costumbre más que de vicio. Una de mis desventajas, Juh... es que llegaré a los atardeceres sin tener una criatura ni siquiera ajena a quien aconsejar, pienso que debe ser más penoso que ser huérfano.
–Dime Juan, dijo Laurita, aun metida en la canoa de yagua donde se bañaba, ¿quién es esa mujer llamada Isidra? ¿Haz estado con ella?
–Nunca me ha interesado preguntarle sus raíces. ¡No! Pero lo intenté, una mañana de lluvia, llevado por el parecido entre ambas.
–¿Se parece a mí? ¿Tu lo crees? ¡Mucho más que un espejo!
Laurita se quedó callada y repasó la mirada por la jeta de Juan de la Madrugada. Luego manifestó
-¿Supiste lo que se comenta en Villa Real?
-¿Qué se comenta Laura, de Rosita de los Espejos?
-La gente dice, que la mujer del hermano de Antonio José, es su hija, que es madre y hermana, de Andres y de Lucrecia.
-¡Jesús María y José! Esas son simples cojeturas flojas mal intencionadas
-No se persigne, que eso es lo que el pueblo, como río ruge, es señal que piedras lleva. Eso se comenta. Eso dicen de Florita del Castillo. ¡Son Flores de incesto!
-...¡Y qué, de eso está preñado el purgatorio!
-¡Es muy posible que lo sea! Pero en Villa Real lo que se conocía era la zoofilia y el fetichismo. Algo de incesto infantil, ...y nadamás.
-No digas raladas de gallina, que aquí es lo que más abunda, es esa práctica. Fíjese que el padre de la profesora Andrea, es el cura José Dolores, el cual es hijo de Antero Casiano. La señora Pura de Jesús, hija de su tía Juana Minilo Henríquez. Ya le dije que de eso está cubierto el purgatorio. No, no se me enfurfure, que todavía quedan muchos hijos de polenes incestuosos. ¿Entonces es que no sabía que Ramón Petán, es hijo y hermano de su abuelo?. ¿Cómo que no lo entiende? ¡Claro, póngase a pensar y se dará cuenta que es una sencilla ecuación! Usted..., porque priva en fruta fina, pero ¿quién en villa Real, no sabe que su verdadero padre Alfredito Silverio? ¡El hermano de Jacinta Silverio, su mamá, eso lo saben hasta los chivos de san Ambrosio, Vea escupiendo parriba, para andar con los salivones en los cabellos y las narices. Juh, en esta villa, somos todos hijos de un familiar, de otro familiar, somos una plaga de incesto.

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