viernes, 10 de septiembre de 2010

No te estoy contestando... AMIGA SANTA!



Hola Santa! pienso que no debe recibir estas reflexiones como una respuesta a tus mensajes tan atinados y saludables. El detenerse... el pararse...para que pasen otras energías, para ver correr las aguas limpias, turbias sucias, agrias, ácidas o como sean... como las golondrinas de Gustavo Adolfo Bécquer no volveran a pasar... para atisbar el vuelo blanco de las garzas blancas, de la palomas y de los Chinchulines... es cosa de seres normales, pienso que muy equilibrada, descomplejada o carente de esos, esperando que la hora o el momento llegue para valorar y establecer vínculos... evaluando actitudes y valorando aptitudes. Para eso hay que poseer el doctorado o la humildad del auto control. Juh, tener ese poder inalcanzable en las calles, en los trillos o en los bulevares, en los pasillos o en las sendas y en los caminos, ni en los colmados, tampoco hermano en los ventorrillos, o en las compraventas...tampoco en lotos, ni en los burros donde se comercian las quinielas, y los fracatanes, ni las loterías, son dones de la personalidad, o lo que es por igual el Carácter, el Temperamento y la inteligencia, pero para eso, lo dijimos ya hay que olvidarse los kioscos y de las faldas y de los ruedos, de las botellas, y abrigarse con las páginas... No quiere decir que está, o estás arrepentido... ¿de qué? ¿...de haber amado una etapa vital con la farándula del momento? ...no se trata de eso. Es cuestión de intereses, de personalidad, de inteligencia, de carácter y de temperamento... y si no lo cree, me refiero a esos que ud. Santa ordenara a calzarse el zapato, o las chancletas; que busquen a Sigismund Freud, o a Iván Patrovich Pavlov... para que lo sicoanalicen
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